El Cabildo de Salta: arquitectura emblema de la historia

En el mismo acto de la fundación de la ciudad de Salta, en 1582, se destinó un terreno frente a la Plaza principal para construir el Cabildo y cárcel.

Sin embargo, debido a la difícil situación económica por la que atravesaba la ciudad, los registros históricos indican que recién se construyó hacia 1620. Su aspecto era muy sencillo. Por los materiales con que fue edificado, y posiblemente por una deficiente mano de obra, se reedificó varias veces.

Aún hasta fines del Siglo XVII mantenía al frente corredores con columnas de madera al igual que las barandas de planta alta, techo de torta de barro, muros de adobe o piedra, y ladrillo con mortero de cal y arena, sin torre.

En 1789 inició una reforma de consideración por cuanto se construyó una recova con pórticos con arcos de mampostería, se colocaron las cubiertas de tejas, se construyó el balcón y barandas de hierro de planta alta, se pusieron lajas en las veredas y se ensambló una nueva escalera para planta alta, interviniendo en las obras el arquitecto y alarife Felipe Gómez, el maestro herrero Don José Marzán y Montes y el carpintero Francisco Torán.

Fue inaugurado en noviembre de 1789 con motivo de la coronación del Rey Carlos IV en medio de grandes festejos.

En 1797, ante la necesidad de colocar en lugares visibles el reloj público que se había sacado de la Iglesia de la compañía de Jesús, se construyó la torre que mantiene una estructura independiente dado que los muros no podían soportar su peso.

Entre 1807 y 1808 del Cabildo encaró nuevas obras de menor envergadura que no modificaron sustancialmente su aspecto.

Cuando dejó de cumplir sus funciones oficiales aproximadamente hacia 1821, continuó funcionando en sus locales la Policía y la sede de la Casa de Gobierno hasta 1880.

Nueve años después, en el gobierno de Martín Güemes, fue vendido en pública subasta a particulares, siendo ocupado por propietarios, inquilinos, locales de comercio, hotel, restaurant, confitería, entre otros.

Los primeros años del Siglo XX se demolió la ángulo noreste del cabildo para las construcción de una vivienda y local comercial, perdiéndose con ello la Sala Capitular y parte de la recova, de tal modo que de los 17 arcos que tenía una planta baja y 19 en planta alta sólo quedaron 14 y 15 respectivamente.

En 1936 la oportuna intervención del senador nacional Dr. Carlos Serrey hizo que el Gobierno Nacional lo recuperara para su posterior restauración. Se lo declaró Monumento Histórico Nacional bajo la dependencia de la Comisión Nacional de los museos, monumentos y lugares históricos por Ley 12345.

En 1942 se inició la restauración bajo la dirección del arquitecto Mario Buschiazzo, y en esta oportunidad se reconstruyeron los corredores que rodeaban del patio mayor tomando el ejemplo de tres arcos del sector sudeste que aún se mantenían en pie. También se reconstruyeron las habitaciones del ángulo noreste que estaban muy deterioradas y se colocó nuevamente la veleta original ya que ya no se encontraba el su sitio. Abrió sus puertas como Museo Histórico en Agosto de 1949.

Los datos fueron facilitados por el arquitecto Mario Lazarovich, Director del Museo Histórico del Norte.